El experimentado técnico Indalecio Alejandres Mesa, ha
colocado a la selección que dirige, entre las cuatro grandes de la pelota
cubana, obviando decenas de comentarios que nunca incluyeron a Granma entre las
clasificadas.
Los ideólogos, como calificara un colega a los especialistas
de esta disciplina, quedaron sorprendidos del pase a la postemporada de los
Alazanes por segundo año consecutivo, y la sorpresa fue mayor cuando avanzó a
semifinales, tras vencer a Villa Clara, equipo más estable de los últimos años
en Cuba.
Aún así, no le dan muchas posibilidades a Granma aunque
reconocen que será fuerte la discusión del primer lugar oriental, pero algo se
les escapa, y es que los potros llegan a esta fase por séptima ocasión
desde1977, y este puede ser su número mágico para avanzar a la final.
Alejandres Mesa, debutó en series nacionales con la difícil tarea
de mantener el equipo en la cuarta plaza nacional, ya lo consiguió, y ha
demostrado que tiene las herramientas para avanzar a la final del clásico
nacional, y mejorar el tercer lugar histórico de la serie 28 con el también
experimentado Carlos Martí.
Mucho se cuestiona que si en aquella época era un evento de
48 juegos y todos contra todos, pues para nada fácil y entonces con 18 equipos,
es un mérito para que no debemos olvidar Martí.
Por su parte Ciego de Ávila, desde 1977, es sólo la cuarta
vez que llega a semifinales; logró un tercer lugar en la serie 48, luego un
cuarto en la 49 y un segundo lugar en la serie de oro, hasta el momento su
mejor resultado. Ver
Sin dudas que los muchachos de Granma están para más, y lo
pondrán a prueba este jueves en el José Ramón Cepero, donde los tigres tratarán
de anotarse su primera raya con Vladimir García, su mejor carta de triunfo.
Ciro Silvino, Alberto Soto ó Leandro Martínez entre otros, pudieran
enfrentarse a García; el éxito estará en que nuestra ofensiva logre descifrar los
lanzamientos de este felino de grandes garras.
Los Alazanes tiene todas las potencialidades para triunfar y
ofrecer a su pueblo la mayor satisfacción, al apreciar cuanto su seguidores disfrutaron
la eliminación de las naranjas, y recibirlos como campeones en todo el
territorio granmense, que según los más veteranos es la primera ves que un
equipo de esta provincia es acogido por su pueblo con efusiva bienvenida, algo
que puede ser la inyección para convertir al José Ramón Cepero en hipódromo
nacional.