BRIGADA MÉDICA CUBANA EN SUDÁFRICA SIENTE PÉRDIDA DE SU COMANDANTE.

Los miembros de la Brigada Médica Cubana que laboran en la provincia sudafricana de Kwazulu–Natal rindieron tributo póstumo al Comandante en Jefe Fidel Castro en el GREY HOSPITAL, en  la ciudad de PIETERMARITZBURG, donde radica la coordinación del grupo.

El doctor Juan Depestre Menejía, coordinador provincial esbozó los valores que caracterizaron al líder histórico de la Revolución Cubana y resaltó como hizo de la solidaridad uno de los principios que identifica a Cuba en los países de África, América Latina y el mundo. 

 

En el homenaje póstumo los doctores Tomás M. Roja Nodarse, Juan Depestre Menejía y Reynaldo Orillé refirieron momentos en que estuvieron cerca de Fidel   en Cuba y en sus visitas a Sudáfrica.

La doctora Dulce María Medina Tío leyó un poema dedicado al líder cubano escrito  por su nieta de diez años, la pionera Jessica María Landa Esquivel que haría llegar su hija desde Cuba horas después de darse a conocer el fallecimiento del revolucionario.

Los médicos cubanos y familiares  que residen en la provincia de Kwazulu – Natal como parte de las honras fúnebres a Fidel guardaron un minuto de  silencio.

Actos similares se  realizan en todas  las provincia sudafricanas  donde prestan colaboración médicos cubanos, así  como en la embajada en Pretoria se abrió  un libro de condolencia como  parte del tributo póstumo al  Comandante  de la  Revolución Cubana.

En la provincia de Kwazulu-Natal, situada al sudeste de Sudáfrica laboran 23 médicos cubanos, de  ellos dos son granmenses los doctores, Andrés Antonio Marín Ávila  y  Ernesto Pérez Jérez, especialistas de primer grado en Ortopedia y Traumatología, y Oftalmología, respectivamente.

Por Mayra Batista Infante, periodista manzanillera, forma parte de esa familia de cubanos en Sudáfrica.

DUELO NACIONAL EN CUBA.

Con motivo del fallecimiento del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, el Consejo de Estado de la República de Cuba declara 9 días de Duelo Nacional, a partir de las 06:00 horas de ESTE 26 de noviembre hasta las 12:00 horas del 4 de diciembre de 2016.

                                        

Durante la vigencia del Duelo Nacional cesarán las actividades y espectáculos públicos, ondeará la enseña nacional a media asta en los edificios públicos y establecimientos militares.

                                                        

La radio y la televisión mantendrán una programación informativa, patriótica e histórica.

                         

Consejo de Estado de la República de Cuba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con sus padres, Cándido e Irma, y el resto de su familia, lloramos la pérdida de este hombre sencillo que no dudó para ponerse al lado de una justa causa.

Roberto González Sehwerert acaba de abandonarnos, después de enfrentar a la muerte con la entereza que caracteriza a los bravos guerreros.

 

Lo hizo sin claudicar ni bajar la espada en aras de que su hermano René, junto a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González regresara a la Patria, y terminara el injusto cautiverio que sufren en Estados Unidos estos patriotas.

Todavía lo recuerdo, en camiseta, tecleando en la computadora o sentado frente al televisor, leyendo ávidamente cualquier libro que le cayera en sus manos, o intercambiando opiniones con los amigos de Cuba, que lo visitaban en el último de sus viajes a Miami, donde hacía escala para dirigirse a la prisión de Marianna a visitar a René.

Conversamos de muchos temas, pero Cuba y sus Cinco Héroes estaban siempre en la charla.

Todas sus energías, aún cuando la muerte le acechaba peligrosamente, iban dirigidas a luchar por que la justicia se impusiera contra la ignominia.

En medio de tanta tristeza por su partida, recuerdo nítidamente aquel almuerzo de domingo que compartimos en un lugar del South West de Miami, donde Roberto nos regalaba sus esperanzas infinitas de ver regresar a casa a los cinco patriotas antiterroristas que el imperio decidió colocar tras las rejas.

Junto a él estaban su padre, Cándido, y un grupo de amigos que nos dejamos contagiar de su confianza en el futuro, seguros de que -con hombres como él- la causa de Los Cinco no estaba perdida.

Roberto González Sehwerert supo cumplir -como René, Gerardo, Antonio, Fernando y Ramón- con el deber que la Patria le impuso, como abogado combativo, activista incansable y revolucionario convencido.

Con sus padres, Cándido e Irma, y el resto de su familia, lloramos la pérdida de este hombre sencillo que no dudó para ponerse al lado de una justa causa; para salvar la libertad de sus cinco hermanos y mantener en alto la dignidad de un pueblo que lo recordará eternamente.ACN