La solidaridad de los cubanos se pone a prueba en cada instante de la vida, solo vasta algún percance y las muestras se harán evidentes.
Así los constató recientemente Sixta Margarita Jerez Leyva quién experimentó uno de los gestos más bellos de varias personas al socorrerla junto a otros compañeros.
Para esos vecinos, Sixta ha querido hacer público lo que vivió el 11 de noviembre cuando el auto en que viajaba se averió aal evitar una colisión con un camión, en las inmediaciones de La Vuelta del Caño.
Tras el contratiempo, que provocó la mirada atónita de todos en el lugar, moradores de los CDR 7 y 7 de la zona 75 de esa demarcación ofrecieron su hospitalidad característica del cubano.
El desconcierto de la campechuelera Sixta Margarita, fue minimizado de inmediato por la atención, e inigualable trato, de los vecinos que sin conocerla la llevaron a un hogar y allí le atendieron como a una más de la familia.
Mientras todo ocurría Sixta meditaba y recordaba que en efecto a los cubanos nos faltan muchos recursos, que nos hacen la vida un poco más tensa, pero tenemos un lujo para vivir orgullosos por siempre.
Orgullo que no brota por si solo sino tiene un cultivador, ese que ante mil batallas siempre salió airoso junto a su pueblo, ese que le siguió y le acompaña agradecido.
Así rememora Sixta Margarita Jerez Leyva, quien hace extensivo a todo el pueblo para que actos de humanismo y sencillez, se multipliquen, pues no requieren de grandes cosas sino de tratar a los demás como seres humanos.
Es así como se manifiestan los valores de un pueblo, en la unidad, la solidaridad, como fiel legado del máximo líder del pueblo cubano, digno de imitar y hacer llegar esta herencia a las generaciones más jóvenes.
Es cierto que cuando somos víctimas de una situación negativa nos indignamos y queremos gritarla a los cuatro vientos, el mismo que anhela que también se conozcan las buenas acciones.
Acciones que están todos los días frente a nosotros pero que sólo algunos prefieren compartir, porque además siempre las buenas experiencias serán más que las negativas, por ello cuenta y comparte tu historia.
Así los constató recientemente Sixta Margarita Jerez Leyva quién experimentó uno de los gestos más bellos de varias personas al socorrerla junto a otros compañeros.
Para esos vecinos, Sixta ha querido hacer público lo que vivió el 11 de noviembre cuando el auto en que viajaba se averió aal evitar una colisión con un camión, en las inmediaciones de La Vuelta del Caño.
Tras el contratiempo, que provocó la mirada atónita de todos en el lugar, moradores de los CDR 7 y 7 de la zona 75 de esa demarcación ofrecieron su hospitalidad característica del cubano.
El desconcierto de la campechuelera Sixta Margarita, fue minimizado de inmediato por la atención, e inigualable trato, de los vecinos que sin conocerla la llevaron a un hogar y allí le atendieron como a una más de la familia.
Mientras todo ocurría Sixta meditaba y recordaba que en efecto a los cubanos nos faltan muchos recursos, que nos hacen la vida un poco más tensa, pero tenemos un lujo para vivir orgullosos por siempre.
Orgullo que no brota por si solo sino tiene un cultivador, ese que ante mil batallas siempre salió airoso junto a su pueblo, ese que le siguió y le acompaña agradecido.
Así rememora Sixta Margarita Jerez Leyva, quien hace extensivo a todo el pueblo para que actos de humanismo y sencillez, se multipliquen, pues no requieren de grandes cosas sino de tratar a los demás como seres humanos.
Es así como se manifiestan los valores de un pueblo, en la unidad, la solidaridad, como fiel legado del máximo líder del pueblo cubano, digno de imitar y hacer llegar esta herencia a las generaciones más jóvenes.
Es cierto que cuando somos víctimas de una situación negativa nos indignamos y queremos gritarla a los cuatro vientos, el mismo que anhela que también se conozcan las buenas acciones.
Acciones que están todos los días frente a nosotros pero que sólo algunos prefieren compartir, porque además siempre las buenas experiencias serán más que las negativas, por ello cuenta y comparte tu historia.