Horario COVID: Un hábito que la sociedad no logra dejar y que perjudica a todos en Manzanillo, cuántas veces usted ha necesitado comprar algo y tiene que dejarlo para el otro día?
No abrimos en la tarde porque no viene gente, dicen algunos establecimientos. No vamos porque no sabemos si estarán abiertos, responde la gente.
Así, en un círculo vicioso, se mantiene vigente el horario COVID, una herencia de la Pandemia que ya no tiene justificación, pero que sigue limitando el acceso a servicios, comercios y trámites en horas vespertinas.
Durante la emergencia sanitaria, el cierre temprano era comprensible, pero hoy, sin restricciones oficiales, muchos lugares no han vuelto a su horario normal, argumentando baja demanda.
Pero la realidad es que la desconfianza corta ambos sentidos, porque los ciudadanos prefieren ir solo en la mañana por miedo a encontrar puertas cerradas.
Por otra parte los Comercios, oficinas y otros puntos de ventas han visto reducción de personal y horarios, reforzando el problema.
Como resultado, colas interminables hasta el mediodía, menos opciones para trabajadores y una economía que no se reactiva del todo.
Algunos dirán que es cuestión de costos o falta de personal, pero en muchos casos es simple inercia.
Si oficinas de trámites, mercados o establecimientos privados, entre otros, trabajan hasta el mediodía o a más tardar dos de la tarde, ¿cómo esperan que un empleado formal o un estudiante pueda ir?
La lógica debería ser al revés, extender horarios para facilitar el acceso y distribuir la demanda para lograr compensar muchas necesidades en una población con demandas altamente insatisfechas
Parte de la solución es la transparencia, y que cada institución publique y cumpla su horario real, y en correspondencia la población exigir cuándo un servicio público o privado incumpla los programas o limiten su acceso.
En cuanto a los patrones de consumo consciente, sin dudas los clientes o usuarios van a preferir negocios que sí atiendan en horarios completos.
Hoy la tendencia es que miles de trabajadores y estudiantes pues abandonen sus centros para poder adquirir lo que necesitan porque en otro horario es imposible.
Después de las dos de la tarde más menos, difícilmente puedes comer algo, no hay barberías funcionando, oficinas de trámites y servicios mucho menos por solo mencionar algunos pero hay muchos más, y no hacemos referencia al cierre forzado por falta de corriente
Mientras no se rompa este ciclo, seguiremos viviendo en un municipio de mediodía, donde después de las 12 meridiano todo parece apagarse. ¿Hasta cuándo?
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