Quizás por falta de madurez y desconocimiento del
funcionamiento de la política en los Estados Unidos, Alexander Delgado, miembro
del dúo cubano Gente de Zona, cometió el grave error de publicar en las redes
sociales la noticia del arribo a Miami, Florida, de su hija mayor residente en
Cuba, la cual recibió el visado yanqui nada menos que en la propia embajada en
La Habana, cerrada para los cubanos desde el año 2017.
Según aseguró el artista, esa excepción se debió a la
solicitud que hiciera al Departamento de Estado, nada menos que el senador
Marco Rubio, lo que pone en evidencia el tráfico de influencia, basado en su
alto cargo en el Senado yanqui, algo que también puede catalogarse como abuso
de poder, pues la hija del cantante no es perseguida política ni personalidad
relevante, que justifique la mediación que hizo con el Departamento de Estado,
para ordenarle al Encargado de Negocios hacer tal cosa, mientras miles de
cubanas y cubanos tienen que viajar a un tercer país para realizar su
entrevista.
Por supuesto, que ese “favor” Alexander tendrá que pagarlo
con propaganda en apoyo a Marco Rubio, en futuras campañas electorales, porque
favor con favor se paga y la popularidad del artista pudiera ayudar a la
búsqueda de votos entre sus fans, en los Estados Unidos.
Utilizando la mentira, Alexander Delgado declaró el pasado
mes de marzo: “Si mi compañero Randy y yo, ponemos un pie en Cuba, puede
sucedernos algo a nosotros y a nuestra familia”, cuando todos en Miami saben
perfectamente que la hija de Oswaldo Payá Sardiñas, Rosa María, viaja a La
Habana frecuentemente donde tiene una casa y jamás ha sido molestada por la
policía, a pesar de ser una activa participante en acciones contra la
Revolución y acusar al gobierno de ser responsable de la muerte de su padre, en
el accidente automovilístico provocado por el español Ángel Carromero,
protagonismo contrarrevolucionario que no tienen los integrantes del famoso
dúo.
Evidentemente la revelación molestó al senador, que sabe el
riesgo político que puede conllevar su proceder en este caso, de ahí que tres
días después, Alexander diera otra declaración a la prensa, intentando arreglar
el fanguero con un cuento de fantasía, al expresar: “el régimen de Cuba
planificó mi secuestro, tras la participación en el tema musical de “Patria y
Vida”.
El remiendo fue peor, pues implicó al FBI, cuando argumentó
que oficiales de ese servicio de inteligencia lo visitaron en su residencia,
para comunicarle que “el gobierno de Cuba estaba planificando mi secuestro
fuera de los Estados Unidos, en países como Colombia, Venezuela, Panamá, donde
Cuba tuvieran tentáculos con los gobiernos de esas naciones”.
Ahora ha puesto al FBI en tela de juicio, porque esas
supuestas informaciones obtenidas por vías secretas, no pueden ser reveladas
por el riesgo de que las fuentes sean descubiertas.
Lo que Alexander no sabe es que, según datos oficiales del
Departamento de Estado, hasta noviembre del 2020, se acumulan 78 mil 300 casos
de cubanos pendientes de obtener un visado de reunificación familiar, más otros
22 mil pendientes del Parole familiar, a los que se suman 100 mil personas en
espera de la entrevista inicial para su proceso de visa.
Según ese Departamento, Cuba es uno de los 10 países del
mundo con más casos retrasados en la solución de visas, lo que se amontona
desde el año 2017, cuando decidieron cerrar el consulado en La Habana, como
parte del plan diseñado por la CIA para romper las relaciones diplomáticas, con
el inventado tema de los ruidos.
A esas cifras se le agrega el incumpliendo del acuerdo
migratorio entre los dos países, en el cual Estados Unidos debe aprobar no
menos de 20 mil visas anuales.
Con esa situación que evidencia la ausencia de sentimientos
humanos, ¿cómo puede el senador Marco Rubio, justificar ante la comunidad de
cubanos asentados en la Florida, su presión al Departamento de Estado por el
caso de la hija del artista?
Recordemos que desde el 2017, los cubanos deben viajar a un
tercer país para solicitar sus visas, con elevados costos en boletos aéreos,
hospedaje, alimentación y taxis, gastos que cubren sus familiares en Florida,
sin tener el respaldo financiero que posee Alexander.
Los votantes de ese estado deben exigirle cuentas al
senador, para que explique en detalles los propósitos reales que se esconden
detrás de su solicitud al Departamento de Estado, cuando hay miles de casos
verdaderamente humanitarios en espera de una visa.
Destacado José Martí cuando dijo:
“El infortunio nace de la exageración de una sola cosa”