Juan Fernando Mariño Alarcón de 48
años de edad, ha recuperado su vida después de ser sometido a una riesgosa y compleja
intervención quirúrgica, primera que realizan especialistas del Hospital Universitario
Celia Sánchez Manduley del municipio de Manzanillo.
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Juan F. Mariño
Alarcón al centro. |
Médicos del Hospital Universitario
Celia Sánchez Manduley del municipio de Manzanillo, realizan por primera vez
complejo procedimiento quirúrgico a paciente con estenosis esofágica por
ingestión accidental de Sosa Cáustica, sustancia que causa graves y permanentes
daños al sistema gastrointestinal.
Juan Fernando Mariño Alarcón de 48
años de edad, ha recuperado su vida después de ser sometido a una riesgosa y compleja
intervención quirúrgica, primera que realizan especialistas de esta importante
instalación hospitalaria manzanillera.
Tras ingerir el corrosivo químico, por más de un año, Fernando se privó de los placeres de sentir en su paladar el sabor de casi la mayoría de los alimentos, como consecuencia de las quemaduras que le provocaron
graves lesiones en el esófago.
Al cicatrizar el esófago se estenosó
y cerró en parte quedando un pequeño desfiladero que le impedía ingerir
alimentos sólidos, solamente toleraba los líquidos y la única solución era la intervención
quirúrgica, expresó el doctor Jesús Cuevas Menoya, cirujano principal. Ver
El experto agregó que después de dos
meses de hospitalización, el pasado 4 de agosto, Juan Fernando, residente en el
municipio granmense de Niquero, recibió en total 8 procederes quirúrgicos, durante
275 minutos.
Al paciente, añadió, se le construyó
un esófago nuevo; con su estómago se le construyó un nuevo tubo gástrico, que
fue colocado por detrás del esternón hasta el cuello y se unió al cabo próximal
sano del esófago, y hasta el día de hoy Juan Fernando ha evolucionado
perfectamente bien.
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Doctor Jesús Cuevas Menoya
cirujano principal
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En el Celia Sánchez de Manzanillo se
han hecho sustituciones esofágicas con el colon principalmente, pero nunca con
el estómago; esta es la primera vez, precisó el especialista en cirugía
general.
Después de la operación me siento
bastante bien, no te he tenido ningún problema, dolorcito pero es normal, todo
ha salido excelente, y estoy muy agradecido de la profesionalidad de los especialistas
que me operaron, por el apoyo y me siento bastante contento, y la atención
mejor no ha podido ser, expresó Juan Fernando Mariño Alarcón.
Jesús Cuevas Menoya, especificó que al
paciente se le aplicaron 8 técnicas entre ellas una exclusión esofágica (Corte
y cierre del esófago en el cuello y en el abdomen); se practicó una Tubulización
gástrica (construcción de un tubo gástrico); y se le creo un túnel
retroesternal para subir al cuello el tubo de estómago, así como una Esofagogastrostomía
cervical (Unión del esófago y el estómago en el cuello).
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Forma en que se construye
el tubo gástrico con el estómago
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También fue
necesario una Vagotomía troncular abdominal (cortar los nervios vagos); la Píloroplastia (abrir
verticalmente el píloro y cerrarlo de manera transversal); Esplenectomía
(eliminar el bazo; se hizo para facilitar la operación) y Yeyunostomía (sonda
en el intestino delgado para alimentarlo después de operado, dijo Cuevas Menoya.
La pericia de médicos y personal de
enfermería, ha hecho posible otra de las maravillas de la salud pública cubana,
ha permitido que Juan Fernando recupere su nivel de vida, su familia la
tranquilidad, y nuestra medicina demuestre sus enormes potencialidades.